Eusebio era ciego de nacimiento
pero se daba el lujo de soñar a colores. Uno azul, uno naranja, uno dorado.
Siempre soñaba a colores.
El doctor nuevo del pueblo se
enteró de Eusebio y muy extrañado lo mandó llamar para preguntarle si era
verdad eso de que él soñaba a colores. Eusebio, con su apagada timidez,
contestó.
- Sí.
El galeno no muy convencido,
volvió a inquirir.
- ¿Y con qué seguridad sabes que el
azul es azul?
- Con la misma que ustedes (los que
ven) afirman lo mismo.
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