Llegó cuando, sinceramente, no lo quería, cuando no la esperaba, cuando aún no estaba listo para recibirla... Y no es que no supiera que vendría de un momento a otro, pero la verdad olvidé que ya era tiempo de esperarla, que mi valija tenía que estar ya preparada para esta noche, por ejemplo... Qué escena, llena de sincretismo puro, de negación... Verla andar hacia mí, no, espera, sólo una oportunidad, sólo eso quería, un poquito nada más... Un poquito más de tiempo, tiempo para ordenar los bolillos que durante muchos años horneé para mis hijos, que se quedaban con hambre, unos con más que otros, pero todos con hambre al cabo... ¿Rogarle? ¿pedirle ese favor? no, aunque no la conocía sabía que no se prestarìa para concederme la oportunidad... conocí a mucha gente a quien se la negó en su momento... Por favor, sólo quería un poquito más de tiempo, que tanto podìa ser un poquito más de tiempo para ella, podía haber aprovechado para visitar a otros clientes, mira que le sobran, yo sólo pedía un poquito más de tiempo... Cuando estuvo frente a mí, tuve el valor de mirarla de frente y le pedí, casi me humillé, un poquito más de tiempo, y con la voz más serena que nunca antes había escuchado y una mueca burlona, me dijo: "¿Tiempo m'ijo, más? ay corazón me haces reír, ¿recuerdas cuando te quemaste horneando tus propios bolillines? pues desde entonces teníamos que vernos, y sin embargo decidí retrasar nuestra visita, y mira que el accidente ameritaba mi visita eh, así que andele vamos". Que basura fui al no aprovecharme, un poquito más de tiempo, ja, nimodo me tuve que ir con la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario